HALLSTATT: UN LUGAR DE FANTASIA

Hallstatt es una localidad del distrito montañoso de Salzkammergut, en Austria, muy cerca del lago Hallstätter See. Se trata de una localidad pequeña, muy conocida por su producción de sal, lo cual le dio prestigio hace siglos siglos atrás, por ser la sal un elemento altamente utilizado para la conservación de alimentos. En Hallstat predomina una arquitectura barroca y uno de los atractivos imperdibles es la caverna subterránea Hornerwerk, donde un hombre prehistórico ha sido conservado perfectamente en sal.

Hallstatt es un pueblo de fábula. Algunos lo asemejan a una maqueta, pues cada elemento parece estar situado con delicadeza y predisposición en el lugar perfecto. La combinación del paisaje de montaña, los Alpes como telón de fondo, el lago que refleja todo a su alrededor y las perfectas casas escalonadas lo hacen un destino de vacaciones por excelencia. Es de esos lugares que se deben visitar por lo menos una vez en la vida.

Un pueblo encantador de Austria, casi de ensueño

Es un pueblo para caminar a través de él y dejarse llevar por su belleza y encanto. Es pequeño, con algo más o menos de novecientos habitantes, y decorado por casas blancas de techos negros que dan a la orilla del lago, y cuyos balcones visten flores multicolores. Sus calles están envueltas por un ambiente de paz y tranquilidad inconmensurable. Por su gran majestuosidad, fue reconocida en 1997 por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Hallsttat es un destino para los amantes de la tranquilidad y la naturaleza, que en su amplitud es totalmente revitalizadora. La ciudad tiene algunas plazas, entre ellas la más importante es la llamada Markplatz, la cual se destaca por su fuente central y fachadas cubiertas de enredaderas.

Un tesoro natural, a orillas de un lago

Entre sus atractivos también resaltan las impresionantes montañas con sus cuevas, entre ellas la Cueva de Hielo, Cueva Mammuthöhle, Cueva Koppenbrüller, con una característica flora y fauna aún más extraordinaria. Un excursión a estos lugares resulta inolvidable. El lago es quizás uno de los regalos naturales más imponentes, con una gran variedad de peces, pero también resultan dignas de admirar las cascadas Waldbachstrub y el jardín del glaciar de Hallstatt, ubicadas en el valle Echerntal.

Además de la naturaleza y cada uno de sus paisajes de extraordinaria hermosura, Hallsttat destaca por su historia. En la parte alta de la población se halló en 1846 una necrópolis con más de 1.000 sepulturas y gran cantidad de objetos prehistóricos dentro de las tumbas de aquella época. No se puede dejar de visitar el museo prehistórico Kulturerbe Hallstatt, donde se exhiben todos estos objetos al público. Esta necrópolis dio nombre a la Cultura de Hallstatt, la primera gran cultura del Hierro Europeo.

En Hallsttat está la mina de sal más antigua del mundo, Salzbergwerk. Para visitar las minas hay que tomar el funicular que sube a la montaña. Volviendo hacia el teleférico puedes acercarte a la Rudolfsturm o La Torre de Rodolfo, una pequeña fortaleza cuyo origen data del siglo XIII-XIV, y cuyo propósito era el de defender y controlar la mina. Desde su terraza se puede contemplar una enmudecedora vista que incluye parte de Hallstatt y del sur del Hallstättersee, así como también el lago de Hallstatt.

La ciudad tiene también notorios edificios, como son la Iglesia Parroquial Católica o Pfarrkirche, del siglo XV; el cementerio montañés que pertenece a la iglesia y desde donde se obtiene una vista increíble del lago. Este cementerio alberga pequeñas tumbas familiares que datan de varias generaciones. El osario (Beinhaus) posee en su interior cráneos apilados y algunas tibias. En las calaveras se puede ver el nombre del propietario al igual que la fecha de defunción.

Hallsttat definitivamente derrocha encanto, magia y esplendor natural, por lo que unas vacaciones en este pequeño pueblo no prometen otra cosa más que un verdadero descanso, completamente alejado de la ciudad.

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