Tenerife

Tenerife

Por su curiosa forma de pato, son muchos quienes se refieren a ella como la Isla Picuda. Otros, en cambio, la llaman la Isla de la Eterna Primavera, por sus agradables temperaturas durante todo el año. No obstante, independientemente de la denominación elegida, la inmensa mayoría está de acuerdo en algo: unas vacaciones en Tenerife siempre merecen la pena. Por muchos motivos.

No son pocas las cosas que hay que ver en Tenerife, incluyendo arquitectura, naturaleza, las bondades de la cocina canaria y sus magníficas playas a orillas del Atlántico, ideales para aparcar el estrés. Para quienes decidan reservar un hotel en Santa Cruz de Tenerife, la capital insular y de la provincia a la que da nombre, conviene visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, el pequeño faro del muelle viejo, que funcionó hasta 1836, o la playa de las Teresitas, las más turística de la ciudad, ubicada frente al pueblo de San Andrés. No muy lejos de allí, se despliegan las de Llanos, Tabaiba y Las Gaviotas. Por supuesto, si el viaje a Tenerife tiene lugar en febrero, resulta obligado asistir al Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional.

También hay que visitar San Cristóbal de La Laguna, a 9 km de Santa Cruz de Tenerife. Además de ser la primera capital que tuvo la isla, en 1999 fue incluida en la lista Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por ser ejemplo único de ciudad colonial no amurallada.

Otra ciudad tinerfeña más que recomendable es La Orotava, en el corazón del valle homónimo, muy cerca de Puerto de la Cruz —donde hay un bonito jardín botánico— y a apenas 36 km de Santa Cruz de Tenerife.  Esta localidad, una de las primeras colonias españolas en Tenerife, es una antigua villa salpicada de hermosas casas señoriales con balconadas deliciosamente labradas en madera, como la Casa de los Siete Balcones. Lo mismo podría decirse de la basílica de Nuestra Señora, en Candelaria, donde se venera a la patrona de la isla.

También hay que visitar el Parque Nacional del Teide, que es Patrimonio de la Humanidad desde 2007 y que da cabida al pico más elevado de España: el volcán del Teide. Ocurre lo mismo con el Parque del Drago, en Icod de los Vinos. Allí puede admirarse el Drago Milenario, un vistoso árbol de unos 800 años de antigüedad. Todo ello sin olvidar otras dos playas de Tenerife únicas: la playa de Los Cristianos y la de Las Américas.

Con tanto por descubrir, ¿a qué esperas para reservar tu pack de vuelo y hotel en Tenerife?

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